En Marzo, tenemos los elementos de agua y fuego muy presentes. Es un mes que combina el misticismo y la espiritualidad de Piscis, con el dinamismo y la acción de Aries. El agua nos habla de emociones, de sentimientos, de fluir con las cosas como van, de soltar y confiar y el fuego nos habla de encender con pasión nuestras acciones, de empezar, de tomar riesgos, de avanzar. En este mes empieza el año astrológico con el Equinoccio de Primavera en el hemisferio norte y es un tiempo de contrastes que nos reta a sentirnos bien en el plano físico al mismo tiempo que en el espiritual, a manifestar afuera lo que tenemos adentro, a ser coherentes y a tener fe. Será un mes en que las cosas irán a un ritmo muy rápido, pero en el que también estaremos siendo llamados a revisar nuestros planes y nuestras prioridades. Es importante que en medio de tanta actividad nos ocupemos de nosotros mismos, de nuestro bienestar: que busquemos momentos para descansar, para estar en silencio, para meditar. Como habrá muchos movimientos planetarios, especialmente de Neptuno, regente de Piscis, habrá volatilidad y en ocasiones podremos sentirnos fuera de nuestro centro. Para arraigarnos es conveniente pasar tiempo en la naturaleza, caminar, abrazar árboles. El sonido del agua nos hará mucho bien. El 27 tendremos la Luna Nueva en Aries, trayéndonos el tema de la lealtad hacia nosotros mismos y mucha motivación y entusiasmo en algo en lo que hemos venido trabajando. Así que pregúntate si aquello en lo que has puesto tu foco te permite ser leal a ti mismo. Si no es así, has las modificaciones requeridas.
Los colores que vibran al ritmo de las frecuencias del mes son los tonos marinos y lavandas y los plateados. Úsalos en tu ropa, tus velas o has algo creativo con ellos. Las piedras que nos dan soporte son la Amatista, que calma nuestra mente y nos ayuda a abrir los canales con el mundo espiritual y la Fluorita, que nos ayuda a confiar y a entregarnos a un orden superior.
El animal que nos da su sabiduría este mes es la Rana, símbolo de abundancia y fertilidad. Siendo un animal anfibio, nos enseña la magia de estar entre lo mundano y lo etéreo. Nos invita a ponernos en contacto con las aguas de nuestra vida y a renovarlas para avanzar.